Marangoni funcionario de la DGEyC
El ex jugador de futbol Claudio Mrangoni es funcionario de la DGCyE provincial. Concretamente es el "coordinador del Plan de Educación en Valores", según dice el portal ABC (ver nota en http://abc.gov.ar/lainstitucion/noticiasdeladgcye/v072/default2.cfm?id=18945).
En momentos en que el gobernador pide que en "un gesto patriótico" los docentes nos ajustemos el cinturón, no podemos evitar preguntarnos cómo es que la provincia gasta sus recursos, tan escasos en boca del primer mandatario provincial y ex diputado menemista.
¿De qué forma llegan los funcionarios a sus puestos y en virtud de qué méritos se los nombra? ¿Qué sabrá el kinesiólogo y ex futbolista Caludio Marangoni de educación para ocupar un puesto tan relevante?. ¿Serán sus aptitudes excepcionales las que lo habrán llevado al puesto o será su pasado de deportista y el amiguismo los que le allanaron el camino?. ¿Manejará partidas de dinero y a quién dará cuentas de ellas?. ¿Cuánto cobrará el señor Marangoni, o acaso donará su trabajo ara mostrar ejemplificar la abnegación con la tarea cotidiana?
¿Qué será "el Programa de educación en valores" que suena lo suficientemente ambiguo y vacío para que su dirección sea un puesto relajado que pueda servir para premiar a quién no se le pretende exigir demasiado?.
No es la primera vez que personajes insospechados y cuya calificación para un cargo es más que dudosa aparecen como funcionarios en la DGCyE cobrando su sueldo a costillas del pueblo. Sin ir más lejos, la nefasta Mary Sánchez fue empleada bajo la gestión de Puigrós haciendo vaya uno a saber qué. Y, por supuesto, en la DGCyC hay toda una legión de asesores y chupa sangre de diversa calaña , muchos de los cuáles pertenecen al sindicato cuyo puesto no es más que un pago que los políticos les hacen por las chanchadas que ellos hacen en su nombre.
¿Qué ha dicho al respecto el Sr. gobernador?. Eliminar a los acomodados sería no un gesto patriótico sino apenas un acto de justicia, que el Sr. Gobernador debería haber considerado antes que la desvergüenza de pedir patriotismo en base a la miseria de los trabajadores y sus familias.
Pero ellos gastan el dinero del pueblo con la despreocupación de quién ningún esfuerzo hace por conseguirlo. No hay que perder de vista que nosotros somos los que pagamos sus despilfarros, sus lujos, sus acomodados y sus vicios.
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