CONGRESO PEDAGÓGICO 2008
Universidad Nacional de Quilmes
Martes 28 de octubre de 2008.
Palabras de Apertura: Panel 1 - Política Educativa en la Argentina actual.
Consecuencias en la vida cotidiana escolar de la aplicación de las leyes Nacional y Provincial de Educación. Implementación de la Ley de Educación Técnica.
Panelista:
Horacio Piemonte
(Dip.Prov.Coalición Cívica)
Básicamente, lo que yo quería plantearles es trabajar sobre la Ley Provincial de Educación que es la 13.688 que se sancionó el año pasado, y que normativamente va a regir la vida de los docentes y de los chicos durante muchos años en la provincia de Buenos Aires.
Esa Ley estuvo precedida por un inmenso debate, porque era la oportunidad para derogar lo que fue la nefasta Ley de Educación a nivel nacional y su correlato, la 11.612, en la provincia de Buenos Aires. Y ustedes saben que esas leyes, como bien decían acá, al momento de presentar esta Jornada, fueron el instrumento que tuvo el neoliberalismo para avanzar en la destrucción de la Escuela Pública.
En parte, objetivo logrado, y digo en parte, porque gracias a la tenaz, fuerte lucha y resistencia de los docentes y de la comunidad educativa no se pudo llevar a cabo el proyecto central que tenía el neoliberalismo, que era avanzar en la municipalización y privatización de la Escuela Pública.
Pero también es cierto que esas leyes y la implementación de esas leyes produjeron un desguace y un deterioro de la calidad educativa muy grande, a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires.
Ahora, en el debate que se dio el año pasado, nosotros entendíamos que era una nueva oportunidad histórica que teníamos para poder volver a considerar, entender y diseñar la Educación Pública como una política de Estado. Y para mí, eso fue lo principal del debate. Es decir, entender la necesidad de establecer entre todas las fuerzas políticas y sociales consensos mínimos o básicos que nos permitieran diseñar el modelo de Educación, el modelo de Escuela, de aquí a 50 años para adelante.
Yo, como decía Walter (Ormazabal, coordinador del panel), fui docente muchos años en Varela, estuve en el Sindicato Docente, fui diputado, la verdad es que desde el 85 que estoy vinculado al terreno educativo, y cada gobierno que vino en diferentes experiencias en que estuve inauguró una etapa fundacional de la Escuela. Cada gobierno que vino trajo su reforma, trajo sus cambios, sus propuestas, modificó el sistema educativo, tomó a los docentes y a los chicos como conejillos de india de esas reformas y esa situación sin solución de continuidad se repitió gobierno tras gobierno.
Y vivimos de reforma, contra reforma, y contra reforma, producto de no poder tener una educación pensada de aquí para mochos años, con consensos mínimos y básicos, más allá que el gobierno después le de sus características, sus matices, sus cuestiones específicas. Y esa fue una oportunidad histórica que se perdió el año pasado, se perdió, porque volvimos a afrontar una nueva reforma educativa que es esta Ley que vuelve a ser insuficiente, que vuelve a dejar muchos baches y huecos, que seguramente gobiernos sucesivos van a tener que volver a modificar.
Nosotros, en ese marco, planteamos tres cuestiones fundamentales: que la Educación sea una Política de Estado, que es establecer consensos mínimos; que eso lo tenga que hacer la Legislatura, que es el órgano que es capaz de representar a los diferentes sectores políticos y que a su vez representan al pueblo; y lo tercero, correr ese debate del momento donde se inicia el debate, en el marco de una campaña electoral. Las reformas educativas deben hacerse en función de los tiempos educativos y pedagógicos y no en función de las necesidades de un proyecto político determinado. Había que correr del debate la cuestión electoral. Y la verdad es que ninguna de esas tres cuestiones se tuvo en cuenta.
Esta Ley no tuvo consensos, tuvo una amañado apoyo de la conducción de la CTERA y del Suteba, que en realidad tuvo que ver con un apoyo a la caracterización positiva que tienen esas conducciones gremiales del gobierno más que al apoyo a la Ley en sí misma.
Yo no puedo dejar de decir cuál es el gobierno que impulsa una nueva Ley de Educación. Porque si caracterizamos que la Ley Federal de Educación la impulsó un gobierno que pretendía mano de obra barata, que pretendía ignorancia en función de establecer políticas neoliberales… también es cierto que la Ley provincial y nacional que está actualmente en vigencia está impulsada por un gobierno, más allá de discutir con un corruptómetro si es más o menos corrupto, independientemente de Skanska, de Antonini, o que su campaña fue financiada por el narcotráfico como está apareciendo estos días, más allá de eso, este gobierno se dice supuestamente progresista.
Y hay que discutir si es un gobierno progresista. ¿Por qué hay que discutir eso? Porque está íntimamente vinculado a la posibilidad de salida de la Educación y de nuestros chicos del sistema educativo. Una Argentina que ha crecido 5 años seguidos al 9 por ciento anual, que ha aumentado su riqueza un 50 por ciento estos últimos 5 años, donde han subido todos los indicadores macroeconómicos, reservas, recaudación, superávit, ¿cómo puede ser que en ese contexto haya aumentado en el año 2007 y 2008 la pobreza en la Argentina ? ¿Es un gobierno progresista o es un gobierno conservador, que mientras aumenta la riqueza de su país, aumenta la pobreza en su población? ¿Es de un gobierno progresista o de un gobierno conservador que mientras aumenta la riqueza de su país ha aumentado como ha aumentado en nuestra provincia, y en otros distritos, la mortalidad infantil y la mortalidad materna?, como decía Lidia (Braceras, secretaria gremial del Suteba Quilmes, en sus palabras de apertura del Congreso). Porque se nos murieron en el año 2007 con respecto al año 2006, en la provincia, 250 chicos más menores de un año, revirtiendo una tendencia histórica que venía en descenso.
Ha aumentado la mortalidad infantil, y en este 2008 ha vuelto a aumentar la mortalidad infantil, por causas absolutamente evitables, y porque no se cumplen mínimamente los programas de salud en función de las chicas embarazadas. Se nos mueren chicos por sífilis menores de un año, lo cual a esta altura del partido es una aberración.
Entonces, en este contexto, este gobierno impulsa una nueva Ley de Educación, a la que le dio el mismo tratamiento legislativo que le dio el neoliberalismo a la 11.612, porque esta Ley de Educación entró y en 14 días fue aprobada sobre tablas en la Legislatura, sin el más mínimo debate. Que se hizo en el marco de una campaña electoral, sin respetar los tiempos educativos y los tiempos que requería una consulta y un debate serio a los docentes y entorno a la comunidad educativa; con ese mamarracho de consulta que se mandó a las Escuelas y que de ninguna manera se tuvo en cuenta a la hora de decir qué y cómo se incluía esa consulta como resultado de ese debate.
En esas condiciones, y con ese contexto se podía avanzar en una Ley de Educación para mejorar el sistema educativo? Y esta pregunta, voy a hacer 3 o 4 preguntas más… A ver… nosotros presentamos un proyecto de Ley alternativo para poder debatir. Nuestro proyecto de Ley alternativo tenía planteado el 6 por ciento del financiamiento educativo a partir del 6 por ciento de la riqueza que se produce en la provincia de Buenos Aires, de su producto bruto geográfico, para ser destinado a la educación. Esta Ley de Educación no prevee financiamiento educativo, solamente habla de volver a poner el impuesto a la herencia, que ya estaba en la Ley 11.612, y que jamás se instrumentó a pesar de que presenté proyectos para reglamentar ese impuesto. Jamás se puso en marcha.
No hay, entonces, una Ley, esta o cualquier otra, que no prevea recursos. Eso no es una Ley, es una expresión de deseos, es una declaración de principios, es un decálogo de buenas intenciones, pero no es una Ley aplicable...
¿Se puede mejorar la Educación si no se preveen recursos para la Educación ? Pregunto... Nuestro proyecto de Ley planteaba la obligatoriedad, pero la obligatoriedad no es la obligación del padre de mandar el chico a la Escuela , esa es una parte; la obligatoriedad, fundamentalmente tiene que ver con la obligación del Estado en garantizar condiciones para que ese chico vaya a la Escuela. Y el Estado las tiene que garantizar con políticas sociales que tienen que ver con el transporte, con la vestimenta, con la educación, con las becas, con todo lo que el chico necesita para que el chico pueda ir a la Escuela. Nuestro proyecto lo planteaba, esta Ley no lo plantea. Solo menciona la obligatoriedad del sistema, mientras tanto los jardines de infantes y el preescolar son obligatorios desde el año 95 y no se cumple, porque no hay jardines. Se menciona la obligatoriedad del sistema y todos sabemos que están desertando más de 100 mil chicos de las escuelas bonaerenses. Entonces no se cumple la obligatoriedad.
Nuestro proyecto planteaba taxativamente prohibir la municipalización y la privatización del sistema educativo; no lo dice esta Ley. Ahora, nosotros descartamos, desechamos que pueda venir algún gobierno futuro con esa propuesta abajo del brazo?
Nuestro proyecto planteaba la necesidad de jerarquizar al docente, su formación y su capacitación, y sus niveles de supervisión, fíjense lo paradójico: los niveles de supervisión, el jefe distrital, una figura discutible, y el jefe regional, elegidos discrecionalmente por el poder político. ¿Se puede mejorar, jerarquizar y respetar al docente si los niveles de supervisión no son elegidos por concurso y se eligen discrecionalmente desde el poder político? .
Nosotros planteábamos rediseñar el Consejo Escolar, que el Consejo Escolar debiera ser el órgano del gobierno educativo en los distritos, que sea capaz de tener políticas con participación de la comunidad educativa y con control de la comunidad educativa. ¿No era posible o no era necesario poder implementar eso con un Consejo Escolar? ¿O nos tenemos que seguir bancando que en los Consejos Escolares haya mucha gente que sea inepta, que sea corrupta, y que haya generado negociados que le saca el dinero a la Educación.
Y por último, nuestro proyecto de Ley planteaba un máximo de alumnos por curso; este proyecto no. ¿Se puede mejorar el proceso enseñanza-aprendizaje si tenemos las aulas abarrotadas de pibes? Esas son las preguntas que nosotros nos hicimos cuando discutimos la Ley de Educación.
Hoy mencionaron a Paulo Freire. Yo me había anotado una frase de Paulo Freire que sobre el tema del progresista decía: "la distancia grande que hay entre el discurso del educador o del político y sus prácticas, su incoherencia, es uno de los obstáculos con que nos encontramos. Cuando el educador o el político dicen de sí mismo que es progresista, habla en forma progresista, y tiene una práctica autoritaria, en verdad, su práctica autoritaria es su discurso, lo otro es pura sonoridad verbal".
Yo sé que una Ley no garantiza nada, eso es cierto, ni en Argentina, ni en la provincia de Buenos Aires. Pero es cierto también que es mucho más fácil pelear por el cumplimiento de una Ley si su texto es específico y taxativo que si su texto es genérico. Hasta se puede generar la instancia de accionar judicialmente. Entonces nosotros necesitábamos una Ley de Educación que dijera cómo, cuándo y dónde se mejora la Educación Pública en la provincia de Buenos Aires.
Yo terminé ese día, en el debate, en el recinto, diciendo: "hoy se aprueba esta Ley y queremos advertir, para terminar, que seguirá la deserción escolar, que seguirán las suspensiones de clases por problemas edilicio, que seguirá la falta de gas, que seguirán las aulas abarrotadas de pibes, que seguiremos sin impuesto a la herencia, sin financiamiento, con secundarias funcionando en varios edificios, sin jardines suficientes... A pesar de esta Ley, va a seguir el descalabro educativo". Esto está escrito en el diario de sesiones de la Cámara de Diputados. Y yo no creo haberme equivocado en ese debate.
Dos cosas más para terminar: la primera, para mí nosotros tenemos que seguir luchando porque necesitamos recuperar y reivindicar el valor simbólico del docente; ese valor simbólico que tenía el docente para su comunidad. Vienen tiempos difíciles, de nuevo, en Argentina, y nuestros chicos están pasando situaciones difíciles. Nuestros chicos están pasando muchas situaciones que tienen que ver con mucha violencia, con droga, con abusos, y es muy importante lo que significa un docente. Desde su conocimiento, desde su ejemplo, desde su palabra, desde su cariño. Y esa es una cosa que tenemos que volver a hacer sentir en la comunidad. Y lo otro, que también quiero decir, y que va más allá del panel, yo quiero plantear que este Congresos debería expresarse, en algún momento de este encuentro, con un fuerte y absoluto rechazo a la barbaridad propuesta por el gobernador de la provincia de Buenos Aires de bajar la edad de imputabilidad de los menores.
Estamos en una provincia, donde insisto, ha aumentado la mortalidad infantil, donde aumenta la desnutrición, donde hay prostitución infantil, donde hay abuso, donde hay droga, donde hay violencia, víctimas nuestros chicos, y el gobernador no tiene mejor salida para zafar de la situación de inseguridad que vivimos que una propuesta demagógica para tratar de quedar bien con la Sociedad, diciendo que los responsables son los menores y que hay que bajar la edad de imputabilidad. El gobernador de la Provincia tiene que cumplir las leyes. El gobernador de la Provincia tiene una Ley de Responsabilidad Penal Juvenil que no se cumple por falta de recursos, y el gobernador tiene una Ley de Niñez que obliga, a la niñez desamparada, a ampararla, protegerla, contenerla, darle abrigo. Si este gobernador cumpliese esa Ley, los chicos estarían sanos, estarían en las escuelas, estarían con sus familias y no serían víctimas del delito.
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